
.
Recibir una resolución desfavorable nunca es buena noticia. Después de semanas o meses preparando documentación, planificando inversiones y ajustando números, ver que tu solicitud ha sido denegada puede desanimar.
Pero una denegación no siempre es el final del camino. De hecho, en muchos casos aún puedes actuar, corregir o incluso volver a presentar tu propuesta mejorada. Lo importante es saber interpretar el “no” y transformarlo en información útil.
Aquí te contamos qué hacer si te encuentras en esta situación.
1. Revisa detenidamente la resolución
Puede parecer obvio, pero es el primer paso. La resolución suele indicar de forma explícita:
-
El motivo de la denegación
-
Si es por falta de documentación, puntuación insuficiente o incumplimiento de requisitos
-
Si hay opción de alegación o subsanación
-
El plazo exacto para responder (¡y suele ser muy corto!)
No te quedes solo con la primera línea. Léela con calma y, si puedes, con ayuda de alguien con experiencia en ayudas públicas.
2. Si hay errores subsanables: actúa rápido
Algunas denegaciones se deben a errores formales: documentos mal firmados, presupuestos sin desglosar, o simplemente un archivo que no se subió correctamente.
En estos casos, la Administración suele ofrecer un plazo de subsanación, normalmente de 5 a 10 días hábiles.
👉 Si estás en esta fase, cada día cuenta.
Tener un buen criterio técnico puede marcar la diferencia entre conseguir la ayuda o perderla por un detalle.
3. Si no estás de acuerdo: considera una alegación
En otros casos, el proyecto ha sido evaluado y denegado por falta de puntuación o no cumplir algún criterio.
Aquí puedes presentar una alegación o recurso, siempre dentro del plazo legal.
💡 Consejo importante:
No alegues con indignación, alega con argumentos.
Revisa el criterio aplicado, demuestra con datos que tu proyecto sí lo cumple o que la puntuación fue incorrecta. Adjuntar evidencias (memorias técnicas, justificaciones económicas, comparativas…) es clave.
4. A veces, no conviene insistir
No todas las resoluciones se pueden o deben recurrir. Si el proyecto no encajaba desde el principio o si las bases exigían requisitos que objetivamente no cumplías, es mejor valorar otras convocatorias o reestructurar el enfoque.
🤝 En ThinkCo solemos analizar estos casos con honestidad:
A veces es mejor reenfocar que recurrir, especialmente si hay nuevas líneas compatibles o si puedes presentar de nuevo en otra convocatoria mejor preparado.
5. Aprende para la siguiente
Cada denegación, aunque frustrante, deja una lección valiosa:
-
¿Estaba bien enfocado tu proyecto?
-
¿Lo justificaste adecuadamente?
-
¿Tu memoria técnica respondía a los criterios de evaluación?
-
¿Usaste el lenguaje y la estructura que espera quien evalúa?
No se trata solo de corregir errores. Se trata de entender el marco de evaluación para que la siguiente solicitud sea más sólida y estratégica.
Conclusión
Las ayudas públicas son un proceso competitivo. A veces se consigue a la primera. A veces no.
Pero lo importante es no convertir una denegación en un punto final, sino en un punto de análisis y mejora.
Porque muchas empresas que hoy reciben ayudas clave aprendieron a base de tropezones previos.
¿Te han denegado una ayuda y no sabes qué hacer ahora?
Desde ThinkCo podemos ayudarte a analizar la resolución, valorar si merece la pena presentar alegaciones y, si no, preparar mejor la siguiente oportunidad.


