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Obtener financiación bancaria o inversión privada no solo depende de tener un buen proyecto. También de presentar unos números que generen confianza.
Dos de los indicadores clave que miran las entidades financieras para evaluar el riesgo de una empresa son el Leverage (apalancamiento financiero) y el Interest Cover Ratio (cobertura de intereses).
1. Leverage: ¿cuánto te endeudas respecto a tu rentabilidad?
El Leverage mide el peso de la deuda financiera en relación con el EBITDA de la empresa. Es decir, cuántas veces la empresa necesita su EBITDA para cubrir la deuda que ha asumido.
Fórmula:
Leverage = Deuda Financiera Neta / EBITDA
📌 Recomendación: No superar un ratio de entre 3x y 3,5x. Es decir, que tu deuda neta no sea más de tres veces y media tu EBITDA anual.
Superar estos niveles suele ser un signo de riesgo financiero. Una empresa con demasiado apalancamiento transmite menor capacidad de pago y suele tener más dificultad para acceder a nuevos créditos, o hacerlo con tipos de interés más altos.
2. Interest Cover Ratio: ¿cuánto margen tienes para pagar tus intereses?
El Interest Cover Ratio (ICR) indica cuántas veces la empresa puede cubrir sus gastos financieros con el beneficio operativo. Cuanto más alto, más sólido es el negocio frente a sus obligaciones financieras.
Fórmula:
ICR = EBITDA / Gastos financieros netos
📌 Recomendación: Mantener este ratio entre 4x y 5x. Esto implica que, con su EBITDA actual, la empresa podría pagar sus intereses 4 o 5 veces al año sin apuros.
Si el ICR baja de ese umbral, los financiadores pueden interpretarlo como una capacidad de cobertura débil ante posibles subidas de tipos o situaciones de caída de ingresos.
¿Por qué es clave cuidar estos ratios?
Mantener un Leverage y un ICR dentro de márgenes razonables no solo mejora la imagen financiera de tu empresa: te hace más competitivo a la hora de negociar financiación.
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Acceso a crédito más fácil: Las entidades analizan estos ratios como filtros de viabilidad.
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Mejores condiciones: Un perfil financiero sólido puede traducirse en tipos de interés más bajos o menos garantías.
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Mayor credibilidad: Mejora la percepción ante bancos, inversores o socios.
¿Cómo puede una pyme mejorar estos ratios?
Hay decisiones estratégicas que impactan directamente en estos indicadores. No se trata solo de reducir deuda, sino de mejorar el equilibrio global.
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Optimizar la deuda existente: Reestructurar plazos o condiciones puede aliviar el apalancamiento.
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Impulsar el EBITDA: Mejorar márgenes, eficiencia o facturación aumenta tu capacidad de cobertura.
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Evitar sobreendeudarse: Pedir financiación sin tener controlado el Leverage puede ser contraproducente.
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Monitorizar con regularidad: Medir estos ratios antes de que haya urgencia ayuda a tomar decisiones a tiempo.
💬 En ThinkCo ayudamos a las empresas a preparar su estructura financiera para ganar solvencia, credibilidad y capacidad de negociación ante bancos e inversores.
📩 ¿Te gustaría conocer cómo están estos ratios en tu empresa y qué margen de mejora tienes? Escríbenos, te ayudamos a verlo claro.
