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Regalos e invitaciones en Navidad: un área crítica de cumplimiento que muchas empresas siguen subestimando

La temporada navideña activa un incremento significativo de detalles comerciales: cestas, productos gourmet, invitaciones a comidas, eventos corporativos y atenciones diversas. Estos gestos forman parte natural de la dinámica empresarial, pero también representan uno de los ámbitos donde mayor probabilidad existe de vulnerar, incluso de forma involuntaria, los principios de integridad, transparencia y buen gobierno.

En ThinkCo observamos cada año el mismo patrón: la ausencia de una política de regalos clara genera incertidumbre operativa y expone a la organización a riesgos innecesarios. No se trata solo de determinar si un regalo es adecuado o no, sino de establecer un marco técnico que permita a cualquier empleado gestionar estas situaciones con base en criterios objetivos y trazables.

Una Política de Regalos y Atenciones Comerciales bien definida debería contemplar, como mínimo:

Clasificación de atenciones: regalos materiales, invitaciones, viajes, experiencias o cualquier prestación no dineraria susceptible de generar conflicto de interés.
Límites económicos y criterios de razonabilidad: umbrales por tipo de atención y reglas para valorar proporcionalidad, frecuencia y contexto.
Prohibiciones expresas: regalos dinerarios, tarjetas regalo, descuentos personales u otros incentivos económicos que puedan vulnerar los códigos éticos internos o la normativa penal vigente.
Procedimiento de autorización: identificación de los casos en los que el empleado debe solicitar aprobación previa a un superior o al área de cumplimiento.
Registro documental: creación de un libro o sistema de registro que permita auditar las atenciones recibidas y ofrecidas, asegurando trazabilidad y transparencia.
Criterios para regalos ofrecidos por la propia empresa: alineación con la política comercial, respeto a la normativa fiscal y coherencia con la estrategia reputacional.
Régimen disciplinario: consecuencias internas en caso de incumplimiento, en consonancia con el Código Ético, el Convenio Colectivo o el Reglamento Interno.

La inexistencia de estas directrices puede derivar en:

• Conflictos éticos entre empleados y proveedores.
• Decisiones de negocio influenciadas por terceros.
• Infracciones del Código Penal en materia de corrupción privada o administración desleal.
• Daño reputacional y pérdida de confianza entre clientes, inversores y órganos de gobierno.
• Falta de coherencia con los compromisos ESG y de buen gobierno corporativo.

Desde una perspectiva técnica, este ámbito forma parte de los sistemas de compliance penal, control interno y gestión de riesgos corporativos, tres pilares esenciales para cualquier empresa que aspire a una gobernanza profesionalizada.

Contar con una política actualizada no solo cumple una función preventiva, sino que además facilita la operativa diaria, reduce la carga de interpretación individual y estandariza cómo deben gestionarse los detalles comerciales durante todo el año, no solo en Navidad.

Este periodo es una oportunidad idónea para revisar, reforzar o implantar dicha política y adaptarla a la realidad de cada empresa. En ThinkCo diseñamos políticas eficaces, claras y alineadas con las obligaciones normativas y la cultura corporativa de cada organización.

Si tu empresa necesita apoyo para definir un marco de regalos e invitaciones que aporte seguridad jurídica y coherencia interna, estamos preparados para ayudarte.