El Controller Financiero cuando se convierte en Controller de Negocio sufre una mutación. Deja de ser el policía fiscalizador para ser el soporte con quien todo el mundo quiere contar en su día a día
Efectivamente, esta frase resume la esencia de la función de Controller en su sentido más avanzado. Pero, ¿cómo lo hacen? Sencillo. Los Controllers no miran hacia atrás, no dedican ingentes esfuerzos a calcular desviaciones, analizarlas, reportarlas, etc. En definitiva, no observan lo que ha pasado, sino que miran hacia delante y su foco –casi obsesión- es cómo ayudar a los distintos responsables a ver qué pueden hacer para cumplir sus objetivos en los meses que quedan para finalizar el año.
Antes he dicho sencillo, y en realidad lo es. Pero si me preguntas si es fácil, la respuesta es no. Por dos motivos. Uno es la formación del Controller, que habitualmente es financiera, y ha descuidado otros aspectos fundamentales como la preparación en habilidades tales como la comunicación o persuasión.
Y el segundo motivo es precisamente el propio entorno; del Controller se espera “que controle”, es decir, que vigile, que fiscalice… todo con connotaciones de mirar al pasado y poco al futuro. Y esta es la etiqueta con la que tiene que convivir.
Pero si tú, Director General, estás leyendo este artículo, ya es un primer paso. Como máximo responsable del entorno de tu empresa, déjame que te dé un consejo: dile a tu Controller que ya no quieres hablar más de lo que ha pasado sino qué es lo que va a pasar. Después, asegúrate de que tiene la preparación adecuada y comienza a disfrutar cumpliendo planes.
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